El primer domingo de marzo de 2006, EL DEBER publicó en el suplemento EXTRA un reportaje sobre los guaraníes “empatronados”, titulado Iyambae. Esa portada permaneció ocho meses en primera plana de www.eldeber.com.bo. y en los días del ‘cabildo por los dos tercios’, el 15 de diciembre de 2006, fue relanzado. Hoy, a casi un año de su publicación, permanece el vínculo en la web para facilitar el ingreso a Iyambae. Conclusión: EL DEBER tiene mucho interés en que ese texto, donde se denuncian abusos cometidos por patrones de los guaraníes, sea leído en Bolivia y en el mundo.
La manipulación mediática puede lograr que el torturado defienda a su torturador. Eso fue el ‘cabildo por los dos tercios’. Allí el poder mediático creó una multitud, ordenó a las escopetas que lanzaran la consigna Iyambae y a las palomas que corearan el vocablo que, supuestamente, fue el ‘grito’ de los peones de hacienda guaraníes. Sin dueño, es la traducción literal. Independencia, es la traducción política coyuntural.
A diferencia del Gobierno (que no entendió que esta guerra es fundamentalmente mediática), la oligarquía cuenta con un millonario equipo de actores y guionistas que prevén hasta los fracasos. Ellos encontraron a los chivos expiatorios para camuflar a la oligarquía terrateniente con los patrones de los ava guaraní.
PATRONCILLOS
La primera vez que escuché Iyambae fue en 1988, en la provincia Hernando Siles, el sector ‘apatronado’ por antonomasia. Pero no fue un grito, más bien fue un silencio. Las condiciones no estaban dadas para que los peones de hacienda gritaran Iyambae. Y la primera vez que escuché ‘el sin dueño’ en tono de coraje, fue en Ñaurenda, cuando se fundó la primera comunidad libre en diciembre de 1992.
Los patrones del sector mencionado no tienen ni el ‘0,00001%’ del poder de la oligarquía terrateniente. Dudo que la familia más rica pueda darse una vacación en un hotel boliviano de cinco estrellas (soy descendiente de los patrones más ‘ricos’). La gran mayoría, antes de 1992, ya daba pena por su raquitismo económico. Hace poco visité a uno de ellos y tuve que reprimir mi instinto de reportero gráfico para no herir su dignidad: tomarle una fotografía sería faltar el respeto al dolor; pero en su miseria, seguía pensando como ‘patrón’. Hay muchos casos de ‘ricos ideológicos’ de aquí y de allí...
Son ciertos los maltratos que se mencionan en Iyambae y en Guaraníes, nota escrita en EL DEBER por Javier Méndez. Son tan ciertos como los testimonios filmados por Canal 7, los informes de Derechos Humanos, las notas que publicamos desde 1989 y las torturas de más abajito ...
"TODO TIENE SU IYA "
El manuscrito de Amandiya me tenía muy agotado y a principios de febrero escapé hacia San Miguel de Velasco, sin imaginar que mi compañero de viaje sería Fernando Rojas Noco (presidente del Comité de Vigilancia de San Rafael), que retornaba de La Paz, donde había denunciado los abusos cometidos por el Comité pro Santa Cruz y la Prefectura cruceña, en contra de los pueblos de la Chiquitania. Se refirió a los vejámenes a los que fueron sometidos quienes no comulgaron con el ‘cabildo por los dos tercios’ y acusó a la prensa cruceña de parcialidad, por no haber mostrado las denuncias que las víctimas hicieron al prefecto. También dijo estar frustrado del Gobierno, porque desconoce la problemática
y las formas de organización de los pueblos del oriente, y que las comunidades chiquitanas analizarían si seguían apoyando a Evo, porque los abusos patronales se repiten a diario y no hay quien los defienda (ver informe de Amnistía Internacional en la web).
Al escuchar tanta barbarie ejercida por quienes, desde siempre, llamaron ‘bárbaros’ a los originarios del oriente, no pensé en lo que sospecho, usted piensa qué pensé. Pensé en el Iya de Amandiya, el dios protector de este libro. Me explico en lengua de anormales: en mi lengua. Él crea mis conflictos, él labró mi adicción al tema, él dirige este libro y él etc ... Un ejemplo: esta nota, que es parte del anexo “Para aprender a escribir”, la trabajé más de un mes y no encontré la música de “el cómo se dice”. Entonces, cuando decidí eliminarla del manuscrito, el Iya de Amandiya creó las condiciones para el encuentro con Fernando Rojas Noco y me regaló luces para trabajar este texto sin romper el ritmo narrativo del pretencioso anexo. Dije pretencioso, porque pretendo revelar las bondades y maldades del ‘polvito mágico’ que hace cantar a las palabras, para que nunca más, los como yo, escribamos sobre los como ellos.
Fuente: http://www.sycma.com/davidacebey/Iyambae.html
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